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martes, 28 de mayo de 2013

El Policía Travieso

Buenas Curios@s!
Voy a estrenar este nuevo apartado con una de las fantasías que más deseo, la he titulado "El Policía Travieso". Como es la primera entrada de este apartado, me gustaría antes contaros como tengo pensado hacerlo: Aquí publicaré mis fantasías o experiencias sexuales, lo intentaré hacer dándole un toque "literario" en plan novela jejej Espero que os guste y disfrutad de la primera!

EL POLICÍA TRAVIESO
Después de unas largas vacaciones por el caribe, tenía que volver a tierras españolas. Después de todo el viaje, cansado y con unas ganas insoportables de llegar a casa lo último que quería era tener que pasar por todos esos controles que ponen en el aeropuerto, la mayoría para tocar los huevos y esta vez no pensé que fuese a ser en el sentido de la palabra...
Pues yo andaba tan tranquilo, hasta que llegó mi turno para pasar el control , normal que no se fíen de mi, si mis armas de seducción brillan, pero por su ausencia. Yo ingenuo pasé por la máquina del control sin ninguna preocupación, pero pitó, no se que debía llevar puesto pero el caso es que pitó, y obviamente vino el guardia a cachear-me. Yo supuse que vendría el típico pesado de turno, más feo que la nariz de Belén Esteban, pero no fue así, vino un osazo de esos que dan ganas achuchar hasta dejarlo sin aire. Un mozo de unos 40 años, ni me imaginé lo que ocurriría más adelante...

-Abre las piernas y alza las manos- dijo de sopetón.
No me sorprendió, pues así se cachea a la gente...  Pero rápidamente me dí cuenta que no solo hacía su trabajo. Empezó a deslizar sus rechonchas manitas a lo largo de mis piernas, hasta llegar a mi reta guardia. Acarició suavemente mis nalgas sin ningún sentimiento, pero de repente su dedo corazón se desvió del trayecto y se fue rumbo a mi ano. Ahí fue cuando me dí cuenta de que algo ocurría.
Sentía como poco a poco se adentraba en mis entrañas, pero no solté queja, puesto lo estaba disfrutando jejej

Obviamente delante de todos no se iba a extender mucho así que rápido lo retiró y siguió el cacheo de manera ordinaria. Al llegar a mi orondo pecho dejó caer disimuladamente un papelito con un número de teléfono.
Al llegar a casa no dudé un segundo y lo llamé... Vale no, caí rendido en el sofá.
Pero al día siguiente nada más desayunar como un campeón lo llamé, me costó lo suyo, pues no contestaba, cuando ya pensaba que me habían tomado el pelo lo intenté por última vez y lo cogió.

No sabía bien ni que decirle así que le solté un sutil:
-Oye, ¿lo de ayer fue una broma?
Él con tono jocoso contesto - Obvio que no! Nada mas verte ya te calé muchacho! No sabía bien como preguntártelo así que hice la prueba del algodón, y según como reaccionases sabría si acertaba o no.
-Pues podrías haberte metido en problemas...
-Supongo, pero mi gaydar nunca falla. Jejeje
Sin pensarlo le volví la risita y le pregunté sin vergüenza alguna -Y... ¿Te apetecería quedar y conocernos? Que ayer me dejaste a medias con el calentón...
-¡Por supuesto! - Respondió rápidamente.

A los dos días, cando él libraba quedamos en un bar cercano a su casa, por si las moscas...
Durante el café no tardamos en sacar el tema del dedo, seguido me preguntó sin ninguna frialdad -¿Así que eres pasivo?
-Hombre, más que pasivo versátil - respondí... - pero no me cierro puertas, ni piernas.-
Acabamos de risas, hasta que decidimos subir a su humilde morada, buena decoración, buenas vistas, pero o más importante... ¡Una cama alucinante!
No quisimos hacerlo demasiado rápido así que me propuso una ducha, claramente no me negué. Me condujo hasta al baño, y si las vistas del piso ya me gustaron, las que tuve en ese momento, fueron indescriptibles...

Al llegar al baño no ocurrió mucho, algún que otro roce pero nada más... Lo bueno vino al acabar de ducharnos, me llevó de nuevo a su dormitorio. Donde empezamos la fiesta.

Tras unos preliminares bien ricos, acabé a cuatro patas, sin dudarlo un instante le cedí mi precioso culito para que me hiciese gozar, y así de paso quitarle el estrés del trabajo.

Yo bien excitado no pensaba ni si quiera en como se llamaba aquel precioso policía, estaba bien concentrado en lo mío, sentía su glande rozar mis nalgas, entrar y salir, los huevos chocando contra mi belludo trasero, un placer que aumentaba al pensar en quien me estaba penetrando... Lo pensé detenidamente y dije:
-¡Joder con la policía, sabía que dabais por culo, pero nunca imaginé que lo hicieseis tan bien!
-Te está gustando- respondió, seguido de un- ¡pues goza mientras puedas que yo no duraré mucho más!

Y eso hice. Como bien advirtió, no duró mucho más y a los dos minutos retiro su pene erecto de dentro de mi y soltó tal cantidad de leche que no sabía bien si tragarlo, puesto que corría un riesgo bastante alto de atragantarme. -Lo que no mata engorda- dijo sutilmente así que sin pensarlo ¡Ala! Todo para dentro.
Como no, yo quedé más que satisfecho pero el amable policía quiso agradecerme que le prestara mi culo para tal finalidad, así que con gusto se llevó parte de mi a sus labios.
Tras repetir el encuentro varias veces nos fuimos distanciando con el tiempo, pero quedamos como amigos, aún así no me quito de la cabeza la posibilidad de volverlo a ver y sentir dentro de mi.


**Hasta aquí mi primera fantasía, espero que como mínimo os hayáis puesto en el papel y hayáis disfrutado :)** 

Un abrazo de Osete :)

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